A horas de un momento trascendental para el país

Raul Hutin. Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN).

Terminada la campaña electoral, solo queda esperar los resultados de las urnas del domingo 19. Convencidos que hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance e inclusive en algunos casos, muchísimo más.
Ahora nos toca el turno del análisis frio y tranquilizador que nos permita evaluar la palabra del pueblo. Mientras tanto, es interesante plantear que esperan los empresarios pequeños y medianos, que los cooperativistas o las economías regionales dispersas a lo largo y ancho de la Patria.

Venimos de años difíciles, la sociedad argentina ha vivido en forma recurrente políticas neoliberales desarticuladoras de nuestro esquema de producción y trabajo. Se llevó a nuestra gente al límite de “sálvese quien pueda”. Toda esa etapa sirvió para provocar una inmensa transferencia de ingresos desde los sectores más empobrecidos hacia los que más tienen, más concentran y más acumulan.

En esta etapa, estamos frente a sectores de ultra derecha que ponen por delante la motosierra intimidando a la sociedad con un ajuste salvaje, con la dolarización, con pérdida de soberanía sobre nuestro territorio nacional, con quemar el Banco Central de la República Argentina, con privatizar la educación y la salud, con permitir la venta de órganos humanos, la libre portación de armas, por citar algunas de las salvajadas propuestas.

Nosotros, los PYMES expresamos nuestra profunda vocación de unidad nacional apuntando a políticas y acciones públicas con el propósito no negociable de defender la soberanía, el interés nacional, impulsar la producción y el trabajo, mejorar la distribución del ingreso, fortalecer los derechos sociales y laborales, en definitiva lograr una mejor calidad de vida para los argentinos y argentinas y demás ciudadanos que quieran habitar esta bendita tierra.

Cuando se habla de unidad o se expresa con profunda vocación de dialogo el fin de la grieta, nos estamos refiriendo a orientar todas las fuerzas de la sociedad detrás de un proyecto común, no precisamente de proyectos antagónicos. Sí, es de nuestro interés que al menos el 70% de la sociedad este convencida del camino propuesto, que lo enfrente con alegría pese a saber que está sembrado vicisitudes, que no va a resultar ni fácil, ni rápido, ni sencillo, pero está en juego nuestra identidad nacional, nuestro techo común y este es el que nos cobija a todos y al que tenemos la responsabilidad de cuidar.

En estos momentos que estamos conmemorando los 40 años de democracia, la entendemos como valor fundamental a defender, a hacerla crecer para que sea más vital y mas abarcativa, para que sus valores sean derramados en todos y cada uno de los que formamos esta comunión de intereses llamada Patria. Para que todos los derechos expresados en nuestra Constitución Nacional no sean avasallados y por el contrario, nuevos beneficios se vuelquen sobre esta sociedad que supo sobreponerse a demasiados años de apriete de cinturón.

No es posible caer nuevamente en la garras de una “liberación” sin sentido, que abra los mercados al mundo para que lo disfruten los trabajadores y empresarios de otras regiones, mientras que aquí, como ocurrió en los ciclos ultra liberales anteriores, cierren miles y miles de empresas por la imposibilidad de competir con el mundo. Indiscutiblemente, tenemos una diferencia enorme de escala, tenemos diferencias impositivas, tenemos diferencias de tasa de capital de trabajo y esto no se resuelve de la noche a la mañana ya que con el paso del tiempo también se agudiza la asimetría tecnológica.

Defender el mercado interno es defender el trabajo y la producción, es defender a la clase media que es PYME y este se defiende cuidando que no entre aquello que puede ser fabricado aquí, pero a la vez que nuestros trabajadores comiencen a recuperar el salario real perdido en los últimos gobiernos. Ese 30% que hoy falta en el bolsillo de cada trabajador es el que hace la diferencia entre un mercado interno fuerte y otro tecleando.

Entendemos y asumimos con claridad meridiana que el futuro Presidente de la nación a partir del 10 de diciembre tendrá una tarea ciclópea. Sergio Tomas Massa deberá saber que su pueblo, las PYMES, las empresas recuperadas, las cooperativas, en definitiva todos los sectores lo acompañaremos, con paciencia y voluntad inquebrantable, pero sin perder de vista el objetivo por el cual nos convocó. Creemos en la justicia social, en la independencia económica y en la soberanía política y no bajaremos la guardia hasta que se cumpla primero con el pueblo y después con las obligaciones que entre gallos y medianoche nos endilgaron como propias.

A la violencia desatada por los sectores negacionistas les responderemos con dialogo y abrazándolos cálidamente ya que para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino. Algunos en esta etapa, perdidos en el marasmo intelectual de un occidente complejo y así lo refleja gran parte del mundo. Pero nosotros no tenemos margen para equivocarnos, Hoy es con todos y todos suman. Tenemos que conseguir entre todos sacar el país adelante porque esa es la ley primera.

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