La Provincia aprueba un modelo curricular innovador para futbolistas juveniles
El proyecto educativo que impulsa Estudiantes de La Plata se ha consolidado como un referente en la integración del ámbito académico con el desarrollo deportivo de sus jóvenes futbolistas. Desde 2015, el club implementó un bachillerato especial de cuatro años de duración, dirigido a los jugadores de sus divisiones inferiores, que combina la exigencia académica con los rigores del entrenamiento deportivo.
A diferencia de los bachilleratos tradicionales que se extienden por seis años, este modelo, que ha sido pionero en Argentina, asegura que los jóvenes completan sus estudios secundarios de manera más rápida, sin dejar de lado su formación futbolística. Esto les brinda una herramienta fundamental para su futuro, independientemente de si logran convertirse en profesionales del deporte.
Este proyecto ha sido reconocido oficialmente por la provincia de Buenos Aires, que aprobó el modelo curricular bajo la resolución 2106/24, convirtiéndolo en un programa formal para deportistas federados de cualquier disciplina. De esta manera, otros clubes de la provincia que deseen implementar un sistema similar podrán hacerlo, basándose en la experiencia del club «pincharrata».
A través de esta currícula, los jugadores de las inferiores no solo reciben una formación académica completa y de calidad, sino que además lo hacen bajo un modelo adaptado a sus necesidades y rutinas. Las clases se organizan por categoría deportiva, permitiendo que los grupos se mantengan cohesionados y que los estudios no interfieran con los entrenamientos, que suelen realizarse por las mañanas.
Este enfoque también responde a una problemática extendida en el fútbol argentino: muchos jóvenes provienen de otras provincias o incluso de países vecinos, y la adaptación a la vida lejos de sus familias puede ser compleja. La creación de un entorno educativo propio dentro del club permite acompañar y apoyar a estos jugadores de manera integral.
Además de formar deportistas, la escuela busca garantizar que todos los estudiantes cuenten con una educación de calidad que les sirva en su futuro profesional, dentro o fuera del fútbol. Con el lema «El que no estudia, no juega», Estudiantes de La Plata ha hecho de la exigencia académica un requisito fundamental para ser parte de las categorías juveniles. En este sentido, los entrenadores y responsables de las divisiones inferiores trabajan de manera conjunta con los docentes del bachillerato para monitorear de cerca el rendimiento escolar de los jugadores. Si un joven no alcanza los estándares académicos, su participación en los partidos puede verse comprometida. Esta relación estrecha entre la escuela y el cuerpo técnico busca inculcar en los jóvenes la importancia de equilibrar ambos aspectos de su formación.
En el contexto actual del fútbol argentino, donde solo un pequeño porcentaje de los jugadores de inferiores llega a debutar en la primera división, contar con una educación secundaria se ha convertido en una necesidad imperiosa. Estudiantes de La Plata, consciente de esta realidad, ha implementado este modelo con el objetivo de que todos sus jóvenes deportistas, independientemente de su futuro en el fútbol profesional, cuenten con una formación académica válida a nivel nacional. Para los jugadores que no logran firmar contrato profesional, el club ofrece alternativas laborales dentro de sus instalaciones, como puestos en el área de seguridad del estadio o en la administración del fútbol amateur, demostrando un compromiso continuo con su desarrollo integral.
El impacto positivo de este proyecto no solo se refleja en el rendimiento académico y deportivo de los jóvenes, sino también en el sentido de identidad y pertenencia que Estudiantes ha logrado construir en torno a su escuela. Casos recientes, como el de Axel Atum, quien tras su debut profesional fue ovacionado por sus compañeros al ingresar a la escuela, destacan cómo el club ha logrado integrar los logros futbolísticos con el ámbito educativo. Esta cultura de esfuerzo y superación se transmite desde los entrenadores hasta los docentes, formando no solo buenos deportistas, sino también personas preparadas para enfrentar la vida más allá del fútbol.