La reserva de Biósfera Pereyra Iraola fue reconocida por la Unesco.
Las Reservas de Biósfera son áreas protegidas especiales que forman parte del programa MAB de la UNESCO y permiten que sus pobladores coexistan de manera sostenible con el entorno natural, contribuyendo al bienestar de la sociedad en su conjunto.
En el año 2007, la UNESCO incluyó al Parque Provincial Pereyra Iraola en la Red de Reservas de Biósfera de la Humanidad, una designación otorgada a áreas con potencial para desarrollar modelos de gestión sostenible, investigación, educación y conservación que promuevan una mejor comprensión del medio ambiente.
El propósito principal de estas reservas es lograr un equilibrio entre la conservación de la naturaleza y el desarrollo de las poblaciones humanas que las habitan. La Reserva de Biósfera Pereyra Iraola, una de las más grandes de Argentina y el séptimo parque urbano más grande del mundo, abarca una superficie de 10,248 hectáreas que se extienden por los partidos de Berazategui, Florencio Varela, Ensenada y La Plata. Este espacio es un pulmón verde con un valioso patrimonio natural, histórico y cultural.
En 2021, se creó el Comité de Gestión de la Reserva de Biósfera Pereyra Iraola, que actúa como un foro de colaboración entre los sectores público y privado, así como la sociedad civil, con el objetivo de promover el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad en la región de la Reserva.
Este comité está compuesto por los ministerios de Desarrollo Agrario, Ambiente y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, junto con Comisiones Asesoras de Participación Ciudadana que representan a los municipios que forman parte de la Reserva, así como diversas organizaciones de la sociedad civil. Uno de los logros recientes es la creación del Foro de Nativas, cuyo objetivo es recuperar parte del paisaje original de la región y restaurar ecosistemas perdidos, en particular aquellos relacionados con la biodiversidad y el ciclo de nutrientes.
Una de las acciones iniciales del Foro fue la plantación de 300 ceibos a lo largo del arroyo Pereyra, donde previamente solo había vegetación invasora. Estos ceibos permiten la realización de visitas guiadas por estudiantes de escuelas locales y enriquecen el paisaje de la Reserva. En conjunto, estas acciones contribuyen a la conservación y promoción de la biodiversidad en la Reserva de Biósfera Pereyra Iraola, uno de los tesoros naturales de la región.