Las agroexportadoras retrasaron sus liquidaciones 21,5% durante abril

Debido a dificultades climáticas y en la expectativa de obtener mejores precios o una tasa de cambio más favorable, solo se registraron ventas al exterior por un total de US$ 1.910 millones.

Durante el último período, las exportaciones argentinas alcanzaron los U$S 1.910 millones, lo que representó un aumento del 27% en comparación con marzo. Sin embargo, este valor implicó una disminución del 21.5% en relación al mismo mes del año anterior, según informaron la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

En un comunicado conjunto, estas entidades, que abarcan el 48% de las exportaciones, explicaron que el valor acumulado de las ventas durante el primer cuatrimestre del año superó en más del 23% el mismo período del año anterior, que estuvo marcado por la sequía.

El ingreso de divisas en abril reflejó el régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023, con un 80% al dólar oficial y un 20% a través de Contado con Liquidación. Además, destacaron los bajos precios internacionales y el impacto del clima adverso en el ritmo de la cosecha de maíz y soja.

Las entidades señalaron que tanto la exportación de granos como la industria aceitera continúan operando con altos niveles de capacidad ociosa y enfrentando márgenes negativos, situación que se agravó durante abril debido al paro nacional de los sindicatos aceiteros.

Las perspectivas para los próximos meses no son alentadoras, con insumos que aumentaron en dólares, problemas en la cosecha de maíz debido a una plaga y precios internacionales estables. Esto ha llevado a los exportadores a posponer sus ventas a la espera de mejores condiciones en los precios mundiales o en el tipo de cambio.

A pesar de esto, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el precio del dólar no está atrasado y que seguirá aumentando a un ritmo del 2% mensual en el mercado oficial.

En este contexto, el sector agropecuario muestra cautela y se espera que la superficie sembrada de trigo sea similar a la del año anterior, tanto por razones climáticas como por motivos económicos de rentabilidad.