Las PASO dan inicio a una nueva etapa, las PyMES tienen un rol fundamental a jugar
Por Raúl Hutin*
Quedan pocas horas para la primera contienda electoral, se definirán los candidatos que representaran a los distintos frentes o partidos políticos, pero, fundamentalmente, a los distintos modelos de país al cual se apuntara en los próximos cuatro años. Cada uno de los sectores jugo sus mejores cartas para este momento y se empieza a aclarar el panorama, al menos en Unión por la Patria, se descuenta un contundente triunfo de Sergio Massa, pese a que viene cumpliendo una doble función: pre-candidato y Ministro de Economía de un tembladeral, pese a ese reconocido esfuerzo, se descuenta que terminara siendo el candidato más votado. No es tan claro el panorama en Juntos por el Cambio, algunas encuestas marcan una ventaja apreciable de la Sra. Bullrich sobre el Sr. Larreta, otras marcan menor distancia y dan mayor importancia a su condición de dueño de la caja CABA. Nada de lo antedicho nos sorprenderá ni hará cambiar el horizonte de la realidad PYME.
El asesinato de una niña de 11 años en la entrada de un colegio de Lanús en el día de ayer, conmociono profundamente a nuestra sociedad toda, se detuvo la maquinaria electoral, con buen criterio, y esto nos permite un momento de reflexión necesario en medio de la vorágine. No hay duda que el ánimo del elector se verá afectado por el crimen, ya se percibía un clima de apatía, de escepticismo, de inmovilismo, nada bueno para un momento donde se empieza a definir el destino de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas del país. Es cierto que la muerte de la pequeña pego fuerte, pero recordemos que si nos equivocamos, priorizando el dolor, o por la bronca, o por lo que no se hizo, o por lo que se hizo mal, lo más probable es que gran parte de la sociedad termine en una situación lastimosa, herida de gravedad y en muchos casos, como lo demuestra la historia, sin animo o voluntad para levantarse de sus cenizas.
El panorama es complicado para los pequeños o los medianos empresarios, tanto de comercio, servicios, o de la industria. Llevamos siete meses de caída del consumo, la inflación no afloja, el dólar se acelera a un ritmo del 12% de devaluación mensual del peso y el salario real se sigue deteriorando, indiscutiblemente un combo que deteriora profundamente al mercado interno donde abreva nuestro sector. Sigue durísimo el panorama, ya descripto en mi nota anterior, sobre la importación de materias primas básicas para las distintas cadenas de producción, las SIRA no se aprueban, pero tampoco se liquida a su vencimiento los giros al exterior comprometidos. Pero este fin de semana comienza una nueva etapa y con ella se abre un panorama esperanzador que sabremos y queremos impulsarlo con la energía propia del sector. Consideramos que es imprescindible elaborar un Plan Productivo Federal y Nacional, que marque el camino necesario para el porvenir, que referencie el sentido, los tiempos, que sea abarcativo y transparente, inclusivo, con metas realistas y mensurables y con la participación activa de todos los sectores involucrados.
Es necesario que dicho Plan contemple el crecimiento a través de las mejoras salariales, tanto de activos como de pasivos, creación de empleos que aseguren la dignificación del pueblo en un plan de mejora continua y fundamentalmente que se apunte con energía a una distribución equitativa del ingreso. Este Plan debe basarse en la defensa irrestricta de la producción nacional y para ello es indispensable tomar por las astas el tema del comercio exterior, hoy vilipendiado y en manos extranjerizantes o sátrapas propios. Para llevarlo a cabo, se necesita una nueva Ley de actividades financieras, que permita que el ahorro del pueblo vuelva al pueblo como inversión productiva. Darle un carácter federal, tal que se apoye a las economías regionales y podamos democratizar los distintos polos de producción. Proveernos de energía a precios que nos permita competir aprovechando la ventaja de contar con Vaca Muerta y el Gasoducto Nestor Kirchner para el abastecimiento y no convertir todo ese esfuerzo mancomunado en un negocio para pocos.
No por repetido deja de tener valor, las PYMES representamos el 99,4% de las empresas del país, damos trabajo al 67% de la mano de obra activa y sin embargo aquellos que tienen el monopolio o el oligopolio de los insumos difundidos marcan los precios y las condiciones de comercialización de toda la cadena de valor. Es imprescindible el brazo fuerte del Estado equilibrando estas asimetrías. Estamos insertos en un mundo rápidamente cambiante y conflictivo, que no da tregua, las guerras, los intereses económicos desmedidos, el problema climático, complejizan muy mucho nuestro propio desarrollo, sin embargo, entendemos, que en unidad de criterio y acción, con una meta consensuada y compartida por todos y todas es posible zafar de este atolladero. Sera cuestión de convencer y convencernos, que solo alineándonos todos en función de una única resultante es posible lograr un país justo, libre y soberano donde quepamos todos y todas
*Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)