Manuela Parra: «Para crecer necesitamos al Estado»

Manuela Parra lidera un proyecto vital para el futuro de la industria vitivinícola en la provincia de Buenos Aires. Al frente de Bodega Saldungaray, un emprendimiento familiar iniciado por su padre en los primeros años 2000, Parra representa a un colectivo que busca ser la voz del sector en la región. Su preocupación se centra en la ausencia de políticas públicas de respaldo, advirtiendo que sin el apoyo del Estado, el desarrollo de la industria vitivinícola en la provincia sería difícil.

En medio de la conformación de una asociación civil, con el objetivo de establecer una Cámara que represente al sector, Parra destaca la importancia de la colaboración entre lo público y lo privado. En su perspectiva, las políticas gubernamentales son fundamentales para el crecimiento de la industria, y no comparte la visión de Javier Milei sobre la libertad total del mercado, argumentando que la intervención estatal es crucial para orientar el camino del desarrollo.

La productora enfatiza que la organización entre ambas partes es esencial, abogando por la creación de normativas que regulen la actividad y la inclusión de la temática en la agenda de políticas públicas provinciales. Para Parra, el enfoque exclusivo en la libre competencia podría obstaculizar el desarrollo de la industria vitivinícola a nivel provincial, ya que la coordinación con el Estado es necesaria para superar desafíos particulares.

Parra también expresa preocupación por la propuesta de apertura indiscriminada de importaciones, planteada por el presidente electo, y destaca la importancia de la fiscalización estatal en la producción vitivinícola. Advierte que la falta de regulación en la importación podría afectar los precios a nivel nacional y perjudicar la reputación de la industria, subrayando la necesidad de controles para garantizar la calidad del producto.

Otra inquietud de Parra se centra en la relación entre la industria vitivinícola y el turismo, especialmente el enoturismo. Destaca que el turismo rural, impulsado por la visita a bodegas, requiere infraestructura pública, y cuestiona la propuesta de frenar la ejecución de obras por parte del Estado.

Finalmente, la entrevista destaca la historia de la industria vitivinícola bonaerense, que resurgió tras más de seis décadas de prohibición impuesta en 1934. Se menciona la reciente reglamentación de la Ley de Promoción e Incentivo a la Industria Vitivinícola de la provincia, que establece medidas de apoyo, incluyendo la creación de la marca «Vino Buenos Aires». Parra destaca que el objetivo no es competir con otras regiones productoras de vino, sino fortalecer la producción local y generar empleo en pequeños pueblos. Aunque aún enfrentan desafíos, Parra valora el respaldo estatal en la organización de eventos para visibilizar los productos y destaca la importancia de poner en agenda la industria vitivinícola provincial.

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