Mirta Libera: «En diez días no se firmó ni un alquiler en Provincia»
Las declaraciones de Javier Milei a favor de la derogación de la Ley de Alquileres y la posibilidad de pactar contratos en cualquier moneda, junto con las expectativas económicas negativas, han generado un párate en la firma de contratos de alquiler en la provincia de Buenos Aires. En los últimos diez días, no se ha concretado ninguna operación en este sentido, según Mirta Libera, titular de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires (CIBA).
La incertidumbre generada por las declaraciones de Milei ha llevado a propietarios a poner en venta, optar por alquileres temporarios a través de plataformas como Airbnb, o realizar acuerdos con familiares sin involucrar a inmobiliarias. La actividad de alquiler, que representaba aproximadamente el 50% de los ingresos de las inmobiliarias provinciales, ya estaba bajo presión y ahora se encuentra en una situación extremadamente delicada.
Tanto Mirta Libera como José María Sacco, titular del Colegio de Martilleros de la provincia, coinciden en la necesidad de regular el mercado de alquileres. Aunque históricamente se oponían a la ley vigente, ahora reconocen la importancia de alguna forma de regulación, ya que el crecimiento del alquiler temporario y otros factores los están excluyendo del negocio.
Desde la Federación Nacional de Inquilinos, Gervasio Muñoz confirma la extensión del alquiler temporario en dólares hacia zonas periféricas, afectando tanto a inquilinos como a inmobiliarias locales. Las condiciones de los contratos han cambiado repentinamente, y los inquilinos se enfrentan a propuestas poco favorables, como contratos a corto plazo, aumentos frecuentes o atados al dólar blue.
Esta situación se presenta en un contexto en el que, paradójicamente, representantes de cámaras e instituciones inmobiliarias expresan la necesidad de regulación, incluso cuando la sociedad ha elegido a un presidente electo con una ideología contrario a la intervención estatal en los mercados. La falta de un marco regulatorio podría resultar en un escenario caótico con desalojos y dificultades para los inquilinos.