Orgullo LGBTQ+ en Azul: Un Legado de Lucha y Celebración

En la ciudad de Azul, la marcha del orgullo LGBTQ+ se ha convertido en una tradición que se celebra cada enero, llenando las calles de colores y orgullo. Esta marcha, que este año planea su cuarta edición, tuvo sus raíces en la casa de los padres de Pato Ruiz, quienes en los años ochenta fundaron el primer boliche gay de la localidad, Ce Fini.

Pato Ruiz, una marica migrante que se define como escritora y artista multidisciplinaria, ha continuado con el legado de sus padres. Junto a Camilo Ortiz, forma el grupo «Putite de mamá», que mezcla música electrónica, danza y poesía política. Originaria de Azul, la identidad de Pato está profundamente influenciada por lo pueblerino y la marginalidad de ser maricona.

Durante la pandemia, tras la muerte de sus padres por COVID-19, Pato regresó a Azul y reactivó su militancia fundando Coletrans, una iniciativa para apoyar a personas trans con alquileres y mercadería. Este colectivo creció rápidamente y, a finales de 2020, comenzaron a planear una marcha del orgullo que se gestó en la casa de sus padres, convertida en un centro de reunión.

El boliche Ce Fini, inaugurado por sus padres con la llegada de la democracia, fue un espacio abierto y vibrante para quienes se sentían marginales. Aunque sus padres no eran parte de la comunidad LGBTQ+, decidieron alojar a aquellos que no tenían otro lugar para reunirse, incluyendo a punks, peronistas y travestis.

La primera marcha del orgullo en Azul, organizada en 2015 y revitalizada en 2020, fue un éxito rotundo, superando todas las expectativas con una participación masiva. A pesar de la oposición de las autoridades locales, que intentaron desacreditar el evento, la marcha no solo fortaleció la visibilidad de la comunidad LGBTQ+ sino que también impulsó el turismo en la ciudad.

Desde entonces, la asamblea permanente y orgullosa ha desarrollado diversas iniciativas para enriquecer la cultura LGBTQ+ en Azul. Entre sus logros se encuentra «Memorias SinVergüenzas», una serie de cortometrajes que celebran a referentes de generaciones anteriores. La asamblea también aboga por la creación de una secretaría específica para género y población LGBTQ+, y ha establecido lazos con otras marchas provinciales, regionalizando el movimiento.

A pesar de la violencia policial y los problemas económicos que enfrentó en Azul, Pato sigue manteniendo un fuerte vínculo con Argentina y planea regresar en enero para participar en la próxima Marcha del Orgullo. Para Pato, esta marcha no es solo un evento, sino un motor de cambio en la provincia, donde las migraciones entre ciudades son comunes y forman parte de la identidad y experiencia diaria de la comunidad.

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