San Nicolás: explosión y clausura en la empresa agroquímica Atanor

Durante la madrugada del miércoles, una explosión causada por una reacción química adversa en la planta de la empresa Atanor en San Nicolás dejó como saldo un trabajador gravemente herido y una nube tóxica en los barrios cercanos. La Justicia ha ordenado el cierre de la planta hasta que se implementen las medidas de seguridad necesarias para garantizar su correcto funcionamiento.

El incidente, que ocurrió alrededor de las 3 de la mañana, confirmó uno de los mayores temores de los residentes locales, quienes desde hace una década han estado exigiendo la reubicación de la planta, la cual quedó rodeada de viviendas debido al crecimiento urbano.

La explosión afectó a un tanque de atrazina, una sustancia altamente tóxica utilizada en la fabricación de herbicidas y pesticidas. Al mediodía del martes, el aire en los barrios circundantes aún estaba impregnado de un olor desagradable debido a la dispersión de la atrazina.

Después del mediodía del miércoles, la jueza provincial de San Nicolás, Luciana Díaz Bancalari, resolvió a favor de una medida cautelar solicitada por el abogado ambientalista Fabián Maggi, miembro de la ONG Foro por el Medio Ambiente (Fomea), en representación de los vecinos. Esta medida implica el cierre de la planta hasta que se implementen las medidas de seguridad necesarias y se informe a la fiscalía y al ministerio de Medio Ambiente, dirigido por Daniela Vilar, con el fin de proteger la salud y seguridad de la población.

Según los informes, Atanor ha estado incumpliendo desde el año pasado con una orden judicial que la obliga a realizar estudios de impacto ambiental y mejoras en su planta, a pesar de las reiteradas intimaciones del tribunal.

Los residentes en un área de al menos un kilómetro alrededor de la planta experimentaron irritación en los ojos y la garganta debido a la atrazina dispersada. Según la empresa, el incidente fue causado por un aumento de presión en el proceso de síntesis química de atrazina, lo que provocó la ruptura de la tapa del reactor y un incendio en la planta, controlado por los bomberos locales.

El enojo de los vecinos aumentó debido a la falta de acción por parte del gobierno local, liderado por Santiago Passaglia. Hasta el mediodía, la única alerta había sido emitida por el gobierno provincial. Los residentes se organizaron entre ellos para cerrar las ventanas y seguir las recomendaciones de tomar mucha agua y lavarse los ojos.

Fabián Maggi, abogado querellante contra Atanor y el municipio en diversas causas ambientales, expresó su preocupación por el impacto que la atrazina podría tener en el río y su biodiversidad, así como por la falta de acción de la Municipalidad para evacuar a los residentes del área afectada.

Atanor ya había sido condenada en 2023 a pagar una multa de 150 millones de pesos por verter sus efluentes en el río Paraná, causando un daño ambiental irreversible.

Las instalaciones donde ocurrió la explosión fueron inauguradas en 2019, a pesar de que la permanencia de Atanor en ese sitio ya estaba siendo disputada judicialmente durante años. En el momento de la inauguración, se vio al entonces intendente interino, Manuel Passaglia, abrazado con los directivos de la empresa.

La relación entre la empresa y el gobierno local tiene antecedentes, como la suspensión de una pericia en la planta en 2015 luego de una intervención del entonces intendente, Ismael Passaglia. A pesar de los reclamos de los residentes, la Municipalidad nunca llevó a cabo controles sanitarios en la zona.

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