Silvina Ferrero, la primera mujer a cargo de una ambulancia en Bragado

«Tiene que haber más mujeres ambulancieras», reflexionó Ferrero, destacando la importancia de la diversidad de género en su profesión. Confesó que no esperaba ser seleccionada debido a la presencia mayoritaria de hombres en la lista de candidatos. Además, compartió su experiencia en los desafiantes caminos rurales donde desempeña su labor.

Silvia se convirtió en la primera ambulanciera del sistema sanitario del municipio bonaerense de Bragado. «Para mí no existe esa idea de que las mujeres deban quedarse en casa, ya sea cosiendo o detrás de un escritorio. Si tienes otro interés, ¡adelante, persíguelo! Me siento muy contenta porque este trabajo es una oportunidad nueva, especialmente en un pueblo tan pequeño como Irala, donde las oportunidades laborales para las mujeres son escasas», compartió Ferrero.

El pasado 15 de abril, esta residente de Bragado, de 33 años, comenzó su labor como conductora de ambulancia. «Me sorprendió mucho porque nunca imaginé que me darían el puesto. Había hombres postulados y pensé que lo obtendrían ellos. Es una mezcla de felicidad y responsabilidad lo que siento», expresó a este diario.

Ferrero explicó que en Irala, donde desempeña su nueva función, las oportunidades laborales para las mujeres son limitadas. «No hay muchas opciones. Al lado está el pueblo O’Brien, que tiene fábricas donde las mujeres trabajan en la industria textil, pero aquí no», mencionó. Agregó que algunas mujeres cosen en sus casas por encargos de pueblos cercanos.

Bragado, con una población de 44 mil habitantes, comprende localidades rurales como O’Brien, Mechita, Olascoaga, Comodoro Py, Warnes, La Limpia, Máximo Fernández, Asamblea e Irala, este último con apenas 500 habitantes. Ferrero detalló que en Irala, donde la actividad principal es la agropecuaria, «no hay oportunidades laborales para las mujeres, ya que está orientada hacia los hombres».

Irala, un pueblo sin calles asfaltadas, presenta sus propios desafíos. Aunque Ferrero describe que hasta ahora todo ha sido tranquilo, los primeros días fueron difíciles debido a las fuertes lluvias. «Tuve que buscar a un enfermero en la ruta 46 y fue complicado, pero gracias a que tenemos una unidad 4×4 pudimos salir adelante», relató. Además, mencionó que trasladó a una paciente sin riesgo.

Aunque el pueblo es tranquilo y el riesgo de accidentes graves es bajo, Ferrero reconoce que siempre existe la posibilidad. «Estoy tratando de asimilarlo y entender que puede ocurrir, ya que nunca he enfrentado situaciones límite. Pero debo mantener la calma y actuar, ya que en esos momentos los demás están nerviosos», señaló.

En los próximos días, Ferrero recibirá un curso de inmovilización junto con los enfermeros locales. «Estoy aprendiendo y seguiré haciéndolo a través de capacitaciones», mencionó. Leo, el otro ambulanciero con dos años de experiencia, le enseñó el manejo de la ambulancia y sus funciones.

Irala está a 20 kilómetros de O’Brien, donde residen los médicos, por lo que los traslados siempre se realizan allí. Ferrero conoce bien la zona, ya que creció en O’Brien. «Tuve una infancia hermosa en una quinta en las afueras de la ciudad, rodeada de animales y jugando al aire libre», recordó emocionada.

Antes de convertirse en ambulanciera, Ferrero era ama de casa en su hogar rural, donde criaba animales. «Me encantan estas tareas y es lo que más extraño durante la semana de guardia», confesó. Gracias a su vida en el campo, está familiarizada con la conducción de tractores y camionetas.

La directora de Salud, Marina Romaglia, la contactó por teléfono para confirmar su nuevo puesto. Aunque la presentación oficial fue pospuesta debido a la lluvia, el intendente Sergio Barenghi y el delegado de O’Brien, Leandro Thagón, finalmente la recibieron. Ferrero mencionó que el intendente prometió apoyo y se comprometió a ayudar en caso de cualquier problema.

Al ser consultada sobre el impacto de su nombramiento como la primera ambulanciera del distrito, Ferrero reflexionó: «Le diría a todas las mujeres que se animen a hacer lo que deseen, porque con capacitación podemos hacer lo mismo que los hombres». Y añadió: «Es importante que el Estado brinde apoyo y herramientas para que las mujeres estén a la altura». «Si a mí me dieron esta oportunidad, seguro hay más mujeres que pueden desempeñar este rol», concluyó.

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